Soy madre de cuatro niños maravillosos. También soy médica. Al igual que las pacientes a las que brindo atención médica, mi camino hacia la maternidad no fue fácil. De mis tres embarazos, dos fueron considerados de “alto riesgo” debido a mi edad materna avanzada, 35 años o más, en el momento de la fecha de parto.
Como médica, sabía que las mujeres sanas que se consideran en edad materna avanzada en general tienen excelentes resultados, así que no me preocupé demasiado. Sin embargo, todo cambió con mi tercer embarazo, cuando supe que además estaba esperando gemelos, lo que añadió otro nivel de complejidad y riesgo a mi embarazo. Enterarme de que estaba embarazada de gemelos fue emocionante y a la vez atemorizante.
Mirando atrás, desearía haber disfrutado más de mi tercer embarazo y haberme permitido ser paciente, no mi propia médica. Me sentí agradecida; mis gemelos nacieron sanos. Recuerdo que me preocupé mucho cuando entré en trabajo de parto prematuramente y di a luz a las 34 semanas. Esto no estaba en mis planes. Quería que el embarazo cumpliera el plazo esperado de 37 a 38 semanas para asegurarme de que mis bebés fueran lo más fuertes y saludables posible.
Los gemelos estuvieron 10 y 11 días respectivamente en la unidad de cuidados intensivos neonatales antes de ir a casa. Progresaron en su alimentación y crecimiento, y alcanzaron hitos antes que sus hermanos mayores. Creo que esto se debió a que eran dos. Los gemelos son muy especiales. Se apoyan uno en el otro de una manera diferente en comparación con sus otros hermanos.
Me gusta pensar que mis recorridos durante estos embarazos me han ayudado a ser una médica mejor y más empática. Al haber sido la paciente, entiendo la importancia de crear un espacio seguro para las familias de mis pacientes. Un espacio donde los sentimientos se puedan compartir de forma segura, donde los miedos sean escuchados y donde la confianza se construya.
Como médica especializada en medicina materno-fetal en Nemours Children’s Hospital, Florida, proporciono atención médica a futuras mamás con afecciones preexistentes de alto riesgo y a sus bebés por nacer. Como mujer y como médica, entiendo la connotación negativa de la frase edad materna avanzada y por qué alguien podría poner resistencia a consultar a un especialista. Es por eso que presto mucha atención al estado emocional de las futuras mamás y las familias, escuchando sus preocupaciones, dándoles seguridad y respondiendo preguntas a cada paso del camino.
Mi función como médica va más allá de identificar la edad materna avanzada en mujeres embarazadas. Mi equipo y yo trabajamos diligentemente para determinar todos los factores de riesgo que pueden afectar el embarazo o la salud de la madre. Algunas futuras mamás pueden no ser conscientes de un factor de riesgo específico que tienen, ya sea un índice de masa corporal elevado, antecedentes médicos familiares o antecedentes personales de una afección crónica como diabetes. Evalúo regularmente la salud de la madre y su feto en desarrollo para asegurarme de que tengan el apoyo adecuado para obtener óptimos resultados, ya sea que esto implique el monitoreo fetal o la recomendación de tomar aspirina para disminuir el riesgo de desarrollar preeclampsia. Muchas de mis pacientes que son sanas tienen grandes resultados.
Es importante que mi equipo y yo estemos disponibles y accesibles cuando las futuras familias nos necesiten. Todos en el Centro de cuidado fetal de Nemours Children’s y nuestros colegas de Nemours Children’s Health están dedicados a ayudar y asociarse con nuestros pacientes y sus familias. Juntos formamos un equipo poderoso.